LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS
(El Nuevo Mundo)

El continente americano, antes de la llegada de Cristóbal Colón en 1492, estaba habitado desde hacia siglos por numerosos pueblos que habían creado imperios monumentales y habían desarrollado sus propias culturas.




LA CULTURA MAYA: 

El imperio maya ocupó los actuales estados mexicanos de Chiapas, Tabasco y Yucatán, prácticamente todo el territorio de Guatemala, y el Norte de Honduras y el Salvador.
Es considerada la cultura más compleja de la era prehispánica. Los mayas se destacaron, sobre todo, porque, además de contar con avanzados conocimientos sobre astronomía y aritmética, conocían el número cero, que les permitían predecir eclipses, movimientos de los astros y períodos de lluvia. Además, fueron los únicos que desarrollaron un sistema completo de escritura.

En la actualidad, se conservan muchos textos mayas, pero, desgraciadamente, aún no han podido ser descifrados en su totalidad.

UNA ECONOMÍA BASADA EN LA AGRICULTURA : 

La principal actividad productiva era el cultivo de la tierra. Para ello, era necesario hacer claros en la selva mediante la tala de árboles. Una vez sembrado el terreno, lo protegían de los animales con una cerca de troncos. Además, tenían rituales para ahuyentar los malos espíritus y proteger las cosechas y dedicaron especial cuidado al cultivo del maíz, su principal alimento, al que seguían en importancia el poroto y el cacao. Este último era utilizado para fabricar el chocolatl(chocolate), bebida que fue aceptada rápidamente por los europeos.


LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA :

Estaba basada en ciudades-Estado, independientes entre sí, que sólo en  algunas ocasiones podían constituir una confederación. Las ciudades mayas se edificaban alrededor de una gran plaza, donde se construía el templo. Éste era un monumento apiramidado con pisos escalonados. En la parte superior había una cámara reducida, que se utilizaba como observatorio astronómico. En esta plaza, donde se realizaban las ceremonias, se reunían los habitantes del poblado, dirigidos por un jefe o sacerdote.